La Escuela Hogar San Juan Bosco es un internado salesiano situado en Campano, término municipal de Chiclana de la Fra. En plena naturaleza, hermosas zonas ajardinadas y amplias instalaciones al servicio del alumnado, con todo lo necesario para una buena educación y un completo desarrollo para la persona.
Acogemos a alumnos de Secundaria Obligatoria, Programas de Iniciación profesional y Ciclos Formativos de Grado Medio con necesidades de estudio y razones de tipo educativo-religioso-familiar.
También tenemos el servicio de media pensión en la que los alumnos participan del comedor, del estudio dirigido y de las actividades complementarias.
Nuestro estilo educativo es “El Sistema Preventivo de D. Bosco. Educar en y para la libertad y en la responsabilidad de cada alumno, atendiendo a su formación intelectual, vocacional, técnica, física, social y religiosa.
Trabajamos para que nuestros alumnos residentes descubran y adquieran el hábito del estudio considerándolo como un valor que enriquece a la persona y compromete su futuro.
Propiciamos en todos nuestros alumnos internos un ambiente de trabajo potenciando el esfuerzo personal, el rigor y la personalidad como pilares del rendimiento académico y de la formación personal.
Estimulamos su interés y les hacemos ver que el estudio no es sólo para aprobar un examen sino un medio de formarse y una ayuda para saber.
Apostamos por las nuevas tecnologías como herramienta eficaz de enseñanza y aprendizaje.
Damos a los padres información del aprovechamiento que el alumno hace del momento de estudio.
Nos esforzamos en hacerles ver que el estudio está relacionado con el rendimiento escolar. A mayor y mejor estudio corresponde un mejor resultado en cada una de las evaluaciones.
Informamos al claustro de profesores durante las evaluaciones sobre el trabajo personal y otros aspectos de la personalidad del residente.
Estamos en constante coordinación con los tutores de clase y los profesores de cada asignatura para conocer mejor las posibles dificultades que los alumnos puedan tener, así como las exigencias de cada profesor.
En nuestra casa los alumnos no sólo realizan sus estudios sino que también se intenta crear en ellos un buen clima de familia y acogida, desarrollando la faceta interpersonal de la educación en los valores de respeto, amistad, diálogo, responsabilidad, trabajo en grupo, etc…
Los alumnos, orientados por los educadores, aprenden a convivir, a cooperar y a ser solidarios. Esto se consigue desde la aceptación de unas normas básicas de convivencia que se les da a conocer al comienzo del curso y se les irá recordando a lo largo del curso.
Conocer y respetar las normas de convivencia establecidas contribuyen a establecer un clima de trabajo adecuado y el respeto debido a las personas, al material y a las instalaciones. La puntualidad, urbanidad, disciplina, etc. son valores importantes a tener en cuenta y que favorece la aceptación de las normas.
Damos información puntual del comportamiento diario de los alumnos y del grado de aceptación de las normas. De esta forma pretendemos también que los padres se sientan implicados en el proceso educativo de sus hijos.
Contribuye al buen clima de convivencia, no sólo el respeto y afecto mutuo entre los residentes sino también entre todas las personas que colaboran en la educación de los mismos (Personal de servicio y mantenimiento).
Nuestro internado ofrece a sus residentes un servicio de comidas, “creando buenos hábitos”.
Velamos por los buenos modales y la educación en el comedor, de gran importancia en la formación humana.
Organizamos dietas alimenticias del modo más racional para que sean variadas y saludables; el resultado es una comida casera exquisita elaborada en las propias dependencias de la Residencia. Periódicamente se dará a conocer el menú que los residentes degustarán.
Por ser los alimentos necesarios para crecer y vivir y ser variada la alimentación que se les da, evitamos que haya alumnos residentes que se opongan a comer lo que se les ofrece y reclaman nuestra atención aquellos alumnos caprichosos en orden a la alimentación, para ello evitaremos también que los alumnos traigan comida de casa.
Ponemos el remedio adecuado cuando un alumno residente sienta malestar o está enfermo, avisando a sus padres siempre que lo exija la falta de salud, la conducta y la actitud de los alumnos.
Los alumnos dentro de su formación, colaboran en el comedor en el orden, limpieza y recogida de las mesas.
El tiempo libre de los alumnos lo ocupamos ofreciéndoles una amplia gama de actividades, con el fin de que todos desarrollen sus capacidades y habilidades, se relacionen entre ellos y convivan en el respeto mutuo.
Pretendemos que el tiempo libre sea “organizado” para que todos participen del mismo. Que no quede nadie sin hacer nada.
Durante este momento tendremos “tutorías espontáneas” (contacto más cercano), para mejor conocimiento mutuo y atender mejor a las posibles necesidades de los alumnos.
Aprovechamos muchas de las actividades para relacionarnos con alumnos de otros centros ( Juegos Deportivos Municipales), para conocer nuestro entorno más cercano (excursiones) y para disfrutar de la convivencia (fiestas mensuales).